Hace ya casi tres meses que los primeros becados del proyecto Study and Play emprendieron el que posiblemente será el viaje más determinante de sus vidas. El destino final: una universidad de Estados Unidos. El objetivo: compaginar los estudios con los entrenamientos y la competición deportiva. Aunque adaptarse a la nueva vida lejos de casa no siempre es fácil, todos coinciden en que ésta está siendo una experiencia muy positiva y llena de aprendizajes.
“Estoy muy contento de haber venido aquí, porque me he encontrado muy buena gente, un ambiente muy agradable y un campus muy tranquilo y acogedor”, explica Màrius Castellà desde Missourei. Por su parte, Eva Miralles cuenta que “una de las cosas que me ha chocado más de la universidad americana es lo bien que están valorados los student athletes. Ya sabia que se les trataba diferente que en España, aunque hasta que no lo vives de primera mano no te lo acabas de crees”. Las primeras impresiones de Jan Pallarés, desde Memphis, también han sido muy positivas: “la Universidad es increíble. Tenemos unas instalaciones muy buenas y con muchas cosas que hacer. La verdad que en Estados Unidos lo tienen muy bien montado todo para ayudar a los estudiantes y deportistas”.
Con el programa Study and Play, que desde la Fundación Rafa Nadal impulsamos junto con I-Con Sports, estos jóvenes españoles tienen la oportunidad de compaginar deporte y estudios, un aspecto para ellos fundamental. “Lo que estoy disfrutando más de esta experiencia es el hecho de poder disfrutar la combinación de tenis, estudios y una vida totalmente independiente, donde tu tomas tus propias decisiones”, explica Eva. Asimismo, Anna Daniel añade: “me habían contado que trataban muy bien a los deportistas, pero una vez aquí me he dado cuenta de lo mucho que nos aprecian. Da gusto ir a clases y entrenos de tenis porque te ayudan a compaginar ambos perfectamente. No hay ningún problema de tiempo y todo son facilidades”.
Es en el aspecto deportivo donde la mayoría de ellos ha notado un cambio más significativo. “Hay mucha intensidad en todos los entrenos y el nivel es muy alto. Aquí los entrenadores y rivales son muy duros y esto te hace mejorar”, dice Jan. Desde la Universidad de Wisconsin, Berta Masdevall opina que “el tenis ha pasado de ser un deporte individual a uno de equipo; cuando gano o pierdo un partido lo siento mucho más. Me encanta el hecho de sentirme y formar parte de un equipo. Gracias a esto estoy disfrutando muchísimo más el tenis aquí que en España”.
¿Y qué opinan sobre la vida en la residencia de estudiantes? Berta tiene una habitación para ella sola, “pero la verdad es que no paso mucho tiempo en ella; cuando no estoy en clase, estoy entrenando o en la biblioteca de atletas estudiando” afirma. Para Fernando Clemente, la vida en la residencia es “agradable y cómoda, ¡aunque ahora las cosas las tienes que hacer tu! Has de ser muy disciplinado porque sino te come el tiempo”. Màrius coincide en que “la vida en la residencia está muy bien, somos todos jóvenes y hay gente de todo tipo. En general es una experiencia muy divertida”. La situación de Jan es algo diferente, ya que él vive en un apartamento con tres compañeros: “tienes que ser responsable y hacer cosas que siempre te hacían los padres. Pero me gusta, porque estoy aprendiendo a cocinar y me estoy espabilando solo”. ¡Aprendizaje en todos los sentidos!