Ya de vuelta a Barcelona, el monitor de tenis Xisco Mercadal nos explica sus impresiones tras pasar un mes en el Centro Educativo Anantpur (India) realizando un voluntariado en el proyecto conjunto de la Fundación Rafa Nadal y la Fundación Vicente Ferrer. “El proyecto es muy completo ya que no sólo es tenis, sino que los niños y las niñas también reciben clases de informática y de inglés, aspectos importantes para que el día de mañana puedan integrarse en la sociedad actual. Además, es un estímulo escolar para que puedan acceder a la universidad y para que puedan tener un futuro con más oportunidades. Asimismo, los alumnos y las alumnas reciben un suplemento nutricional diario muy importante para ellos, ya que complementa su alimentación”.
Como en todos los proyectos desarrollados por la Fundación Rafa Nadal, en la Escuela de Anantapur el deporte se utiliza como herramienta educativa. “El tenis les permite adquirir valores muy importantes como el esfuerzo, la puntualidad, las ganas de superarse y de mejorar. Los niños y las niñas están muy implicados, les encanta ir a entrenar y estar en las instalaciones, la cual cosa ayuda mucho a su desarrollo”, explica Xisco.
Asimismo, cuenta que una de las cosa que más le sorprendieron fue el respecto y la conducta que los niños y niñas muestran hacia los demás, y especialmente hacia las personas mayores y los profesores. “Tienen asumidas conductas tan sencillas, como saludar siempre al llegar, despedirse al irse, o dar las gracias, gestos que en nuestro país muchas veces obviamos”.
Finalmente, Xisco destaca la alegría y la vitalidad que allí trasmiten los niños y niñas; “con muy poco son felices”, afirma. “Eso me hizo replantear las ‘necesidades materiales’ que tenemos en occidente, y que a menudo no son necesidades reales”, concluye.