La ilusión de un equipo. Parte I

Equipo de educadores del Centro Educativo Anantapur

La implicación de los que trabajan cada día en el proyecto de tenis y educación de la Fundación Rafa Nadal y la Fundación Vicente Ferrer, es sin duda la clave de su éxito. Se trata de un grupo de profesionales, con perfiles distintos, que se esfuerza cada día para que sus alumnos, a través del deporte, adquieran nuevos conocimientos, habilidades y valores. Actualmente, este equipo multidisciplinar lo integran tres monitores y dos asistentes de tenis indios; dos profesores, uno de inglés y otro de informática, también locales; y un coordinador español.

“Es un regalo de Dios”. Con esta afirmación, Md. Karimulla (Eluru, 1979) expresa su satisfacción por ser uno de los profesores de tenis de la escuela. Un regaló de Alá, porque Karim es musulmán, el único de toda la plantilla. Un hecho que no supone ningún problema y que refleja la normal convivencia de religiones que hay en la India y en el proyecto. Con sólo 11 años tuvo la fortuna de que un amigo de su hermano le regalara una raqueta y de que, cerca de su casa, hubiera unas pistas gubernamentales que le permitieron iniciarse en el tenis sin asumir ningún coste, de forma gratuita. De otro modo no hubiera sido posible. Entonces, aún más que ahora, el tenis era un deporte reservado para las clases altas. En 2003 se trasladó a Mumbai para trabajar en la academia gestionada por su hermano. El coste de la vida de la megápolis y la oportunidad de trabajar en un proyecto vinculado a su gran ídolo, Rafa Nadal, hizo que tomara la decisión de trasladarse a Anantapur. Allí se convirtió en el primer monitor del proyecto. Considera que la enseñanza del tenis es muy beneficiosa para los niños. “Al ser un deporte individual asumen responsabilidades, no hay posibilidades de “enchufes” para jugar, como pasa en ocasiones en deportes colectivos, y les obliga a trabajar duro”, no duda en aseverar Karim. Su sueño sería que alguno de sus alumnos jugara un Gran Slam o que representaran a la India en la Copa Davis o la Copa Federación.

La historia de K. Bhaskara Chary (Anantapur, 1964) es muy diferente. De casta alta y familia acomodada, la inspiración de Bachi, como es conocido popularmente, fue la del legendario jugador indio, Ramanathan Krishnan (Madras, 1937). Su mayor logro fue llegar a semifinales de Wimbledon en 1960 y en 1979 disputó un torneo en Anantapur que dejó una huella indeleble en Bachi. A pesar de que empezó a jugar tarde, en pocos años se convirtió en un gran tenista, uno de los mejores del estado de Andhra Pradesh, al que pertenece Anantapur. Cuando estudiaba la carrera de comercio en la universidad, estudios que no pudo finalizar por problemas de salud, llegó a ser capitán de los equipos de tenis, ping-pong y de bádminton. El deporte y la competición formaron parte de su vida desde muy joven. Y ahora, con 50 años, disfruta transmitiendo su pasión por el tenis a sus pupilos, que sienten una gran admiración hacia él y que se quedan sorprendidos por sus golpes “mágicos”. “Jamás en la vida pude imaginarme que un centro así pudiera existir en Anantapur”, afirma muy satisfecho.

C. K. Rajasekhar (Kondela, 1979) es el más joven del equipo de monitores. Con dos meses en el proyecto se siente plenamente integrado y ya se ha ganado el título de talismán. En los dos torneos a los que ha acompañado a los alumnos de la escuela ha habido triunfos. A pesar de ello, este monitor no se deja llevar por los éxitos ya que repite a sus pupilos que “hay que trabajar muy duro para no dejar escapar esta espléndida oportunidad”. Tiene muy claro que los beneficios de practicar el tenis son numerosos: “el tenis fortalece la mente, es un ejercicio ideal para la salud de los niños y, a través de su práctica, se aprende a ganar y a perder”, explica Rajasekhar. Además, apunta que el proyecto cumple una función socializadora muy importante ya que en él “se mezclan niños y niñas de diferentes castas de una forma muy natural”. Para terminar, expresa su deseo de que los niños de Anantapur puedan seguir disfrutando de este deporte y beneficiarse de unas oportunidades que él no tuvo de pequeño.

David Paniagua de Diego

Coordinador de la Escuela y Centro de Entrenamiento de Tenis en Anantapur

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