El deporte nos impulsa a superarnos a nosotros mismos, a tratar de mejorar cada día, a no rendirnos ante situaciones adversas. El deporte también ayuda a igualar a las personas y puede convertirse en un elemento de inclusión en el caso de personas con alguna discapacidad.
Todo esto lo sabe muy bien Sara Andrés, atleta paralímpica y embajadora de Heliocare. “Es necesario que los niños y jóvenes vean que el deporte no es solo competición y ganar”, apunta.
La vida de Sara cambió un día de 2011, cuando tuvo un accidente con el que perdió sus pies. Después de pasar nueve meses en silla de ruedas y muchos otros aprendiendo a caminar, su afán por seguir adelante la llevó a convertirse en atleta. “El atletismo es mi vida, mi profesión. He encontrado una manera de ser feliz, de superarme día a día”, afirma.
Aunque su especialidad son los 400 metros lisos y los 200 metros lisos, Sara practica muchos deportes, y muy diferentes. “Después del accidente he realizado mas deportes que antes en mi vida. He probado el padel, el kitesurf, el surf, el ciclismo, paracaidismo, natación, bailes de salón, y he vuelto a montar a caballo… ¡y todos los que me quedan!”
En 2016 acudió a los Juegos Paralímpicos de Río, donde fue diploma olímpico en los 400 metros y se quedó muy cerca de pasar a la final en los 200 metros. En el Mundial de Londres consiguió dos medallas de bronce: una en 200 metros y otra en 400.
“El deporte hace una labor que iguala a las personas. Es muy valiente tener una discapacidad y saber sobreponerse. El deporte puede ser una herramienta genial para superar problemas”, explica Sara.
Además de ser atleta, ella es profesora de primaria en excedencia. “Cuando me presenté ante mis alumnos y les enseñé mis prótesis se asustaban. ¿Por qué ven comunes unas gafas o unos brackets, y no unas prótesis de pierna?”, se pregunta.
Para visibilizar la situación de las personas con alguna discapacidad, Sara Andrés ha escrito un cuento para niños llamado ¿Sabes quién soy?. En él, se narran las vidas de personajes con alguna discapacidad y que también tienen super capacidades.
…Si duda, la historia y el ejemplo de Sara Andrés resulta muy inspirador.