Hay historias que nos recuerdan que cuando uno de verdad quiere conseguir algo, no hay excusas que le impidan lograrlo. El caso de Nico Calabria es una de ellas. Este joven nació con una sola pierna, pero decidió trabajar duro para conseguir su objetivo: convertirse en deportista.
Durante años se entrenó con esfuerzo y constancia, y a los 13 años fue la primera persona que consiguió llegar a la cima del monte Kilimanjaro con muletas. Estos casi 6.000 metros de altura estuvieron llenos de trabas, pero nada le impidió llegar a la cima. Alcanzar lo alto de la montaña fue su primer reto, pero no el último. Desde entonces ha seguido destacando en otros deportes, como el fútbol.
Nico se ha convertido en todo un referente a seguir. Ahora forma parte de la selección nacional estadounidense de fútbol de jugadores amputados, donde ayuda en la motivación y el entreno para que puedan lograr aquello que se propongan. “A veces la gente pone la discapacidad como una excusa en lugar de hacer que te impulse a otro nivel” comenta Nico, y añade que su ejemplo se basa en aceptar lo que eres y trabajar por dar lo mejor de ti mismo.
Pasión, superación y esfuerzo son algunos de los valores que reunió Nico para conseguir sus propósitos. Su ejemplo nos recuerda que trabajar duro y no rendirse es el camino que nos acerca a aquello que uno más desea.