En estos momentos de gran incertidumbre debido a la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia de la Covid-19, conceptos como el de la resiliencia toma cada vez más protagonismo. Se trata de la capacidad de salir reforzado de una experiencia adversa, aprender de ella y mejorar.
No obstante, la resiliencia no es una característica absoluta, no se adquiere para siempre, sino que está sujeta a cambios y evolución dependiendo de las circunstancias, el contexto, la etapa de la vida, etc., siendo el resultado de un proceso dinámico. Los distintos modelos explicativos de la resiliencia destacan la presencia de factores psicosociales y neurobiológicos que contribuyen a su desarrollo, como el afrontamiento activo de los miedos, la práctica de ejercicio físico, el optimismo, las emociones agradables y el apoyo social, entre otros.
Alejandro García, psicólogo del Centro Fundación Rafa Nadal de Palma, nos cuenta un poco más acerca de la resiliencia.
¿Por qué es importante potenciar un elemento como la resiliencia en una época como la actual?
La pandemia nos ha enseñado que, en cualquier momento, puede que tengamos que cambiar nuestra forma de vida para hacer frente a situaciones difíciles o desconocidas. Las personas que han desarrollado su resiliencia estarán mejor preparadas para hacer frente a estos cambios y se verán menos afectados por los aspectos negativos.
Si dedicamos parte de nuestro tiempo a mejorar esta capacidad, tendremos más facilidad para destacar los aspectos positivos de lo que sucede a nuestro alrededor y a no dejarnos llevar por la impotencia y la indefensión ante las malas noticias que, tristemente, son abundantes durante los últimos meses.
Además, ante situaciones extremas como el confinamiento, nos mostraremos más estables emocionalmente, más dispuestos a aprovechar nuestro tiempo en casa para hacer actividades nuevas y, en definitiva, saldremos más fortalecidos de la experiencia.
¿Cómo puede ayudarnos la resiliencia en nuestra vida?
Una de las cosas que aprendemos desde bien pequeños es que la vida es cambio. También aprendemos que estos cambios, a veces, son inesperados y que pueden suponer todo un obstáculo en nuestro camino que nos obliga a adaptarnos para hacerle frente.
La resiliencia no evitará que estas situaciones ocurran, pero nos ayudará a abordarlas de una manera más efectiva y rápida; favorecerá que aprendamos de la experiencia; nos ayudará a centrar nuestra atención en los aspectos positivos; y minimizará las posibles consecuencias negativas. Además, es importante desarrollar la resiliencia en los niños y los jóvenes, ya que les sirve como un mecanismo de protección ante el desarrollo de problemas mentales y conductas de riesgo tras circunstancias extremas.
¿Cómo se trabaja la resiliencia con los menores en el Centro Fundación Rafa Nadal?
Desde el Centro Fundación Rafa Nadal, somos muy conscientes de la importancia de la resiliencia en la infancia y la adolescencia. Por ello, la trabajamos de manera directa y transversal. De hecho, el eje sobre el que se ha articulado la Escuela de Verano 2020 ha sido la resiliencia, a través del deporte y de dinámicas en el aula.
El deporte se convierte en la mejor herramienta para aprender de forma divertida a generar nuevas estrategias ante los retos que se les presenta, así como a enfrentar positivamente los resultados, tanto cuando se gana como cuando se pierde. Por otra parte, las dinámicas en el aula complementan perfectamente esta metodología y sirven para poder presentar situaciones más específicas, poder compartir sus propias anécdotas y fomentar la reflexión.
