Por la igualdad de género, también en la India

Igualdad de género en la India

La realidad de la mujer en la India rural es una realidad dura. De eso no hay duda. Las mujeres se enfrentan a numerosas dificultades, pero luchan por seguir adelante. Siguen sometidas a la figura masculina, los matrimonios concertados siguen ocurriendo en edades jóvenes o incluso siendo menores de edad, su integración en el mundo laboral progresa muy lentamente y son las que realizan todas las tareas del hogar, ayudadas solamente por sus hijas, en caso de que las tengan. Además, el hecho de que las familias deban asumir el pago de la dote en las bodas de las hijas (que, aunque esté ilegalizado en el país desde el año 1961, sigue existiendo en el día a día de la sociedad india) hace que en muchas familias sin recursos no quieran tener hijas y, las que las tienen, a menudo las discriminan por esta razón.

Por otro lado, en el ámbito educativo, las escuelas públicas siguen segregando a niños y niñas, separándolos dentro de las aulas y creando así diferencias entre ambos sexos. De esta manera, el alumnado, desde bien pequeño, asume esta separación como algo natural.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, el 8 de Marzo, en el Centro Educativo Anantapur se realizaron varias actividades que dan continuidad al trabajo que se hace en cuanto a igualdad de género.

A nivel mundial, este día sigue siendo muy necesario para difundir el mensaje de igualdad y de no violencia hacia la mujer. Por eso mismo, en el centro se realizaron numerosas actividades de concienciación (juegos cooperativos, concurso de posters artísticos y relatos literarios con la temática del 8 de marzo), aunque los objetivos se trabajan transversalmente durante todo el año con las actividades que se realizan diariamente en el centro (tenis, inglés, informática…).

Igualdad de género en la India

El trabajo de sensibilización sobre igualdad de género en este proyecto llevado a cabo juntamente entre la Fundación Rafa Nadal y la Fundación Vicente Ferrer, se realiza a través de las siguientes acciones:

  • Clases/entrenos mixtos: las niñas y los niños trabajan en un mismo ambiente (aula o pista deportiva), comparten material, realizan ejercicios juntos y no hay cabida para la segregación.
  • Torneos internos de carácter lúdico/competitivo: los torneos siempre son mixtos, tanto en modalidad de dobles como en individuales; los chicos y las chicas comparten la competición por edades, pero no son separados por sexo.
  • Actividades artísticas y juegos deportivos alternativos: todas estas actividades (gymkanas deportivas, concursos o jornadas artísticas, club de lectura, etc.) se realizan siempre en grupos mixtos, ya sea en diferentes grupos de edad como en grupos iguales, dependiendo de la actividad.
  • Salidas/excursiones culturales: siempre en grupos mixtos.

Lo más importante en todas estas actividades es el mensaje que dan los educadores del centro para que el alumnado adquiera conciencia y, así, promover que la realidad cambie poco a poco, no solo en el centro, sino también en sus casas y en los colegios. Este mensaje es el que hará que las niñas sueñen con ser dueñas de su futuro, libres para elegir qué quieren ser de mayor o si se quieren casar y con quién.

También es muy importante mostrar a los niños y niñas imágenes y referentes que puedan tomar como modelos; personas inspiradoras y a la vez cercanas que luchan para que la sociedad cambie. Por esa razón, durante el curso los alumnos ven documentales, partidos de tenis o películas donde la mujer tiene un papel clave. Además, estas historias o modelos sirven para eliminar tópicos sobre la mujer, como los roles exclusivamente vinculados al hogar o los puestos de trabajo marcados por el sexo.

Sin duda, la educación es el arma más poderosa para cambiar las cosas y las generaciones que vienen deben ser educadas en libertad de pensamiento para que no haya diferencias por razones de clase social, raza o género, entre ningún ser humano.

Es decir, mediante la educación debemos hacer que el mundo en el que vivimos se convierta en un lugar donde las mujeres puedan caminar libremente por la calle sin miedo a ser acosadas y donde los salarios se definan por una posición y no por el sexo de la persona que ocupa esa posición.

Como hemos dicho anteriormente, el deporte es una herramienta útil para cambiar las cosas y más en el caso de niños y niñas. Desde el proyecto de tenis de Anantapur se seguirá trabajando para lograr esta igualdad y para que los alumnos tengan un futuro esperanzador, empezando por las mujeres y su derecho a ser autónomas y libres.

Xisco Mercadal, Coordinador del proyecto Centro Educativo Anantapur

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