Para muchos alumnos, la clase de Educación Física es una oportunidad para dejar los libros por un rato y divertirse con los compañeros de clase. Pero, en realidad, podría ser una de las asignaturas que más impacto tiene en nuestra vida. Profesores, pedagogos, médicos y expertos en deporte no se cansan de repetir los muchos beneficios de la actividad física, y no sólo para la salud.
Gracias al deporte, evolucionamos a nivel personal, mejoramos nuestra capacidad de relacionarnos con los demás, aumentamos la confianza en nosotros mismos y aprendemos a lidiar tanto con la victoria como con la derrota.
“El deporte es una de las mejores herramientas que tenemos para desarrollar nuestras habilidades psicológicas y sociales”, explica Eunate Gómez, Directora del Centro Fundación Rafa Nadal en Mallorca. “Al jugar con y competir contra nuestros compañeros, adquirimos valores como el esfuerzo, la superación, el compañerismo y el trabajo en equipo”, añade.
Además de los beneficios físicos y psicológicos, muchos investigadores afirman que el deporte también mejora el rendimiento escolar. Es decir, que la Educación Física podría contribuir a sacar mejores notas en el resto de asignaturas.
Según un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche, las funciones cognitivas –como la atención, la memoria o la capacidad de seleccionar información relevante– mejoran después de practicar deporte. Eduardo Cervelló, uno de los investigadores que participaron en el estudio, explica que normalmente se subestiman los beneficios cognitivos del deporte.
“Quizás la clase de Educación Física deba realizarse antes de la de matemáticas”, afirma Cervelló. Quién sabe, a lo mejor ¡deberíamos correr un poco antes de cada examen!
Post adaptado del artículo publicado en Junior Report