Los más pequeños sufren también de forma muy directa los efectos de la crisis. Concretamente, la pobreza infantil en España ha crecido notablemente durante los últimos años, situando este país como el tercero de la UE en cuanto a esta problemática. Así lo muestra el estudio Niños de austeridad: Impacto de la gran recesión en la pobreza infantil en los países ricos, publicado por el Centro de Investigaciones Innocenti de Unicef.
Este estudio señala que la pobreza “anclada” habría alcanzado en España a casi el 40% de la población infantil, situándose tan sólo detrás de Rumanía y Grecia. Es especialmente significativo el aumento – un 56%- de la pobreza infantil en los hogares con niños más pobres; aquellos en los que viven cuatro personas (dos adultos y dos niños) con menos de 700 euros al mes.
La crisis económica mundial ha tenido efectos en un gran numero de niños de países ricos, con un aumento de las tasas de pobreza infantil en dos tercios de los países europeos.
“Proteger los ingresos familiares durante la crisis es fundamental para abordar la pobreza infantil, pero no es adecuado por sí solo. Los niños también se ven muy afectados cuando hay recortes en educación o sanidad, o cuando sus padres no tienen acceso a servicios básicos como guarderías”, explica Yekaterina Chzhen, coeditora del libro.
