Todos lo sabemos: llevar un estilo de vida activo es fundamental para nuestra salud física y psicológica; lo que contribuye directamente a una óptima calidad de vida. El organismo humano necesita de la actividad física, por ello este hábito debe ser introducido desde la edad infantil.
Generalmente, el deporte forma parte del día a día de los niños, ya sea jugando con sus amigos, corriendo en el recreo, saliendo en bici en familia… pero esto no quita que deban llevar a cabo un ejercicio regular que, junto a una dieta equilibrada, les permita interiorizar hábitos saludables.
La infancia es una época importantísima para cualquier niño ya que supone un punto de inflexión para su buen desarrollo físico, mental y emocional. Es por eso que tenemos que tener muy presente lo imprescindible que resulta la práctica de alguna actividad física e iniciarlos, cuanto antes, en algún deporte.
Potenciar el desarrollo muscular y óseo, mejorar las habilidades motoras, evitar la obesidad, favorecer la digestión, disminuir la posibilidad de padecer ciertos tipos de enfermedades… son algunos de los muchos beneficios que obtienen los niños de la práctica de actividad deportiva.
Además, también adquieren valores como el compañerismo, la empatía, el esfuerzo, la dedicación…, les enseña a seguir las pautas y normas establecidas, favorece su integración y socialización, y aumenta su entusiasmo y buen humor. Y todos estos beneficios se traducen, a la larga, en una mejora del rendimiento escolar, en la mejora de su autoestima…en definitiva: ¡en tener una mejor vida!
Excelente artículo el que has compartido y que si no os importa voy a rebloguear en nuestra web para que nuestros alumnos puedan leerlos y puedan recordar lo bueno es que le transmitan la pasión del deporte a sus hermanos, un saludo