Un aspecto fundamental en el desarrollo y aprendizaje de los más pequeños es aquel que hace referencia al autoconocimiento y al reconocimiento y expresión de las emociones. Éstas son inherentes a los seres humanos; forman parte de nosotros e influyen directamente en nuestra manera de actuar, sentir y pensar. Pero expresarlas no siempre es fácil, por lo que es necesario fomentar la educación emocional desde edades tempranas.
Este aspecto se tiene muy presente en varios de los proyectos que desarrollamos desde la Fundación Rafa Nadal, mediante la inclusión de actividades que faciliten identificar, contextualizar y canalizar las emociones, sean positivas o negativas, y a empatizar con los demás. Para ello, en uno de los espacios comunes del Centro Fundación Rafa Nadal encontramos el ‘Monstruo de las Emociones’ un “engendro” de varios colores asociados a seis emociones básicas -calma, alegría, tristeza, ira, amor y miedo-, que se utiliza para trabajar la competencia emocional de los niños y niñas, con el fin de que puedan gestionar adecuadamente, no sólo sus emociones, sino también las de los demás.
“Con esta poderosa herramienta gráfica, dinámica e interactiva, los niños y niñas identifican su estado de ánimo en función del color del monstruo, y tras escribir su nombre en una etiqueta, se ubican en ‘su estado de ánimo’ del momento. Con ello reflexionan, son capaces de ponerle nombre a aquello abstracto que les ocurre, y sientan las bases para comenzar con una regulación emocional que les acompañará durante el resto de sus vidas”, explican los educadores del centro.
A los demás, incluido el equipo educativo del centro, este singular ‘monstruo’ les ofrece información valiosa acerca del estado emocional de cada persona, derivando en indicadores o llamadas de atención sobre las que sustentar intervenciones, más o menos formales, individualizadas y personales. Por lo general, sentimos emociones parecidas ante mismas situaciones, por lo que compartir las experiencias, además de enriquecernos, nos ayuda a superar dificultades o a reforzar vivencias positivas.