Un aspecto fundamental en el desarrollo y aprendizaje de los niños es aquel que hace referencia al autoconocimiento y al reconocimiento y expresión de las emociones. Con este objetivo, una de las herramientas empleadas en el proyecto Integración y Deporte es un diccionario de emociones que describe con sencillez desenas de estados emocionales, para aprender así a identificarlos y facilitar que los pequeños puedan expresar cómo se sienten.
¿De qué manera podemos utilizar este apoyo pedagógico? Responsables del proyecto Integración y Deporte, que desde la Fundación Rafa Nadal llevamos a cabo en Barcelona, Granada y Zaragoza junto con Aldeas Infantiles SOS, nos lo cuentan:
En un primer momento comenzamos visualizando las ilustraciones de las emociones que ya conocen: alegría, tristeza, vergüenza, miedo, odio, felicidad. Conversamos sobre situaciones que han vivido en las que estaba implicada la emoción y a continuación un voluntario lee el texto, de esta manera se van familiarizando con el vocabulario, y se acostumbran a que las emociones pueden ser un tema de conversación natural entre ellos y con el adulto, aumentando así su confianza.
Por otra parte, cuando los niños experimentan una emoción determinada que todavía no conocen, leemos la definición en el libro. Así, los pequeños van identificando las descripciones con lo que sienten. Esto les ayuda, por un lado, a aprender que lo que sienten tiene un nombre y, del otro, a saber que otras personas sienten lo mismo.