Sin miedo. La experiencia de Anna como student-athlete en EEUU

Estudiante y deportista. ¿O deportista y estudiante? Da igual, para los becados Study and Play, ambas facetas se compaginan a la perfección y tienen igual de importancia en su día a día. Anna, una joven futbolista que actualmente estudia en la University of North Alabama (UNA), nos cuenta en primera persona su experiencia.

“El deporte universitario en EEUU está mucho más cuidado por lo que a subvenciones y dinero destinado se refiere. Además, se valora mucho más al atleta como tal, recibiendo ayuda en todo momento para mantener un nivel alto tanto en estudios como físicamente.

Mi primer semestre en UNA ha sido un cambio y aprendizaje constante; desde el progreso con el inglés hasta aprender a jugar un estilo complete diferente de fútbol, pero sin perder mi esencia. Por otro lado, conocer como el mundo funciona en otro lado me ha hecho valorar mi parte más humana.

Mi día a día es muy activo. Las clases suelen ser por la mañana y los entrenamientos normalmente por la tarde. Durante el día estoy la mayor parte del tiempo con las compañeras del equipo, ya que vivimos juntas y se han convertido en mis mejores amigas.

Tanto profesores como entrenadores te facilitan en todo momento compaginar estudios y deporte, aunque también exigen a los atletas mantenerse con buenas notas y horas de estudio suficientes para llegar a todo. Para la universidad los atletas somos unos privilegiados y todos los estudiantes están orgullosos de nosotros.

Desde que llegué aquí, tengo una perspectiva diferente del mundo, ya que además he coincidido con muchos otros alumnos internacionales. He madurado como persona y he podido abrir nuevos horizontes y aspiraciones para mi futuro.

Deportivamente, afronto con muchas ganas la temporada que viene porque conociendo como funciona el sistema y la manera como mi equipo trabaja, sé que puedo aportar mucho al equipo y al estilo de juego americano.

La verdad que tomar la decisión de estudiar y jugar en EEUU es complicado, pero en mi caso no me arrepiento por nada y pienso que es una experiencia que todo atleta  europeo tendría que experimentar para conocer el alto nivel al que se expone el deporte estadounidense.

Para futuros student-athletes, mi consejo es que no tengan miedo a probarlo. Hay que trabajar duro, pero los buenos momentos siempre lo compensan”.

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