Cuando hablamos de ‘tenis’ a todos nos viene a la mente unas características muy concretas de este deporte. Pero… ¿sabías que existe también el tenis en silla de ruedas, tenis para ciegos, tenis adaptado de pie, o tenis para personas con discapacidad intelectual? Sin duda, éste es un deporte inclusivo y que se ajusta a todo tipo de singularidades.
El tenis en silla de ruedas es un deporte paralímpico que nació en 1976 de la mano del deportista Brad Parks, que tras sufrir un accidente de esquí inventó esta modalidad y la popularizó por todo Estados Unidos. Una década después, en 1988, se fundó la Federación Internacional de Tenis en Silla de Ruedas. ¡El resto es historia!
También hay torneos de tenis con jugadores que presentan algún tipo de discapacidad intelectual. Sin ir más lejos, desde la Fundación Rafa Nadal pusimos en marcha hace 10 años junto con Special Olympics España el proyecto Más que Tenis, dirigido a este colectivo. El objetivo: fomentar la aceptación de las personas con discapacidad y favorecer su inclusión en la sociedad. Además, apostamos también por el deporte unificado, o lo que es lo mismo: partidos en los que juegan juntos tenistas con y sin discapacidad.
Otra modalidad es el tenis adaptado de pie, pensado para jugadores a quienes les falta una o las dos piernas, pero que pueden jugar de pie. Existen 4 categorías según las características físicas de los tenistas y cada una de ellas tiene algunas adaptaciones de las normas, como el tamaño de pista o la puntuación del partido.
Existe también el tenis para ciegos, en la que la parte visual es sustituida por lo auditivo. En este caso, el jugador debe escuchar por dónde va la pelota y golpearla con una raqueta para pasarla al otro lado del terreno, con la diferencia de que la pelota está hecha de goma espuma y es más grande que la normal. De esta forma, los jugadores pueden saber hacia dónde va con el oído.
¡Tenis adaptado a todos!