Vivimos días difíciles, de mucha incertidumbre y con restricciones y medidas que afectan a nuestro día a día. Por el bien de todos, toca quedarnos en casa. Esta situación anómala altera también, y mucho, a los niños y niñas. El hecho de no poder salir del hogar, puede causar un aumento del sedentarismo y de la inactividad, con las consecuencias y problemáticas que esto conlleva. Por suerte, está en nuestras manos evitar que así sea; ¡es más fácil (y divertido) de lo que parece!
Para cubrir su necesidad de actividad motriz, lo que resulta más sencillo son los juegos que requieren movimiento. Por ejemplo, podemos recuperar juegos de toda la vida como ‘el escondite’, el ‘pilla pilla’ o ‘seguir el rey’, o bien crear un circuito de obstáculos y pruebas por casa, utilizando para ello objetos cotidianos como sillas, botellas, etc. Otra opción: música y…¡a bailar!
Podemos apostar también por actividades físicas guiadas. En internet, encontraremos infinidad de videos y recursos, tanto dirigidos específicamente a los niños, como de entrenamiento en familia.
Contribuye también a poner freno a la inactividad, hacerles participes de las actividades y tareas familiares, como poner y quitar la mesa, tender la ropa, limpiar la habitación, hacer la cama, ayudar a cocinar…Es igualmente importante evitar el uso excesivo de la tecnología (televisión, tabletas, móviles…).
Recordemos que los niños son especialmente sensibles a los cambios de horarios de sus necesidades básicas (hora de levantarse, de comer…), por lo que es recomendable crear y mantener unas pautas de actividades y horarios del día a día. La relación entre iguales es muy importante para los más pequeños, así que hay que intentar que mantengan el contacto con los amigos y compañeros de escuela, a través de llamadas o videollamadas, mitigando así la sensación de aislamiento social.
Toca ser positivo y tener paciencia. Pronto volveremos a la calle, al parque, y a la escuela. Mientras tanto #YoMeQuedoEnCasa