El equipo de los Centros de la Fundación Rafa Nadal atiende a los niños y niñas de manera integral, realizando un seguimiento personalizado e individualizado de cada uno.
Para ello, estamos en contacto con las madres y padres de los menores, así como con las escuelas e institutos donde estudian, de manera que acompañamos a los niños y niñas en todos los ámbitos de su vida.
Un entorno familiar y escolar sano es clave para el correcto bienestar y desarrollo psicosocial de los niños.
En las reuniones de equipo de los viernes repasamos el trabajo de la semana y ponemos en común cualquier información a destacar de los menores. Si se identifica algún comportamiento que nos llame la atención, hacemos un seguimiento desde las diferentes áreas de trabajo para identificar problemas y buscar soluciones.
Dentro de nuestras actividades educativas, deportivas y de ámbito psicosocial, también incluimos a las familias que quieran participar en diferentes propuestas que planteamos para realizar en casa con sus hijos, fomentando la unión familiar, indispensable para alcanzar el bienestar del menor.
Además, muchos padres y madres acuden al Centro para formar parte de sesiones grupales donde trabajamos aspectos a mejorar del día a día.
La pasada semana, en una de estas jornadas, trabajamos la diferencia entre la sinceridad y el “sincericidio” con la intención de concienciar a los adultos de la importancia de saber decir las verdades sin causar daños. Hablamos sobre el exceso de honestidad tanto en casa con los niños, como en sus trabajos o relaciones personales.
Este tema es una extensión del proyecto que hemos venido tratando sobre el bullying, donde muchas veces las víctimas sufren la excesiva sinceridad del acosador que acaba mermando su seguridad personal y haciéndoles creer esas “verdades”. Desde casa, tenemos que dar ejemplo para evitar estas dinámicas tan nocivas.
Estas sesiones grupales se acaban convirtiendo en un espacio seguro donde las familias pueden compartir experiencias de vida y ayudarse entre ellas.
De esta manera, creamos un ambiente comunitario muy sano que favorece a sus hijos/as, pero también al sistema familiar.
Además, les asesoramos cuando necesitan beneficiarse de subsidios o ayudas explicándoles cómo cumplimentar toda la documentación, favoreciendo así su autonomía y por supuesto, encontrando prestaciones que puedan dar respuesta a sus necesidades.
El contexto en el que trabajamos es muy variado, con adultos desempleados de larga duración, madres víctimas de violencia machista, familias inmigrantes sin recursos…etc. Por eso es importante la intervención integral y personalizada de cada familia, con sus particularidades.
Uno de nuestros principales ejes de impacto es garantizar la salud y el bienestar de los menores, además de ofrecerles una educación de calidad. Para ello debemos involucrar a sus familias y sensibilizarlos para trabajar en conjunto.
Otro de los servicios que ofrecemos es el acompañamiento de los adultos que necesitan apoyo psicológico y emocional, tanto en grupo como de manera individual.
¿Y qué pasa con los niños que atendemos en el Centro cuando cumplen la mayoría de edad?
Obedeciendo a la misma premisa de realizar una intervención integral, seguimos acompañando a todos los jóvenes que cumplen 18 años ofreciéndoles las herramientas necesarias para alcanzar un futuro de calidad.
Seguimos apoyándolos psicológicamente e impartiendo orientación formativa – laboral. Además, les facilitamos nuestras instalaciones y material informático, si lo requieren, para realizar trabajos de clase o cualquier cuestión puntual que necesiten. Los centros se han convertido en un lugar de referencia al que puedan acudir si necesitan ayuda.
Desde los Centros de la Fundación Rafa Nadal trabajamos para promover la salud y bienestar de los menores y sus familias, con actividades educativas y deportivas de calidad y por supuesto, contribuyendo a la reducción de las desigualdades garantizando las mismas oportunidades a todos aquellos que nos necesitan, independientemente de su condición.